domingo, 1 de marzo de 2009
domingo, 1 de febrero de 2009
idea antes del desayuno
pense gravemente que el tiempo sería una forma de contener las cosas que se han ido quedando, pero al igual que cada cosa o materia que ocupa un espacio; no puedo dejarte.
martes, 20 de enero de 2009
miércoles, 13 de agosto de 2008
domingo, 10 de febrero de 2008
tratando de hablar con ella
la poesía está entrada a menos -dijo ella-
él trataba de concederle cierto desenfreno surrealista estigmatizando su amor y la complejizada labor de dejar de pensar en ella.
he preferido el otoño siempre, aunque le daba cierta lástima comprobar como los empapelados árboles dejaban caer su cuerpo y que él muchas veces facilitaba la destrucción de esos pedazos marrones y secos en más pequeños. él extrañaba cuando ella se trapaba a él y hacia un espectáculo de lo espontáneo y terminaba besandolo y comprobando que la queria cada día más. aún con los días, seguia regresando a su lugar favorito y pasaba las horas oyendo al mar, pensando muy dentro que era una especie de conversación. el mar nunca se cansara de escucharme y recordaba el amor en primavera y los ahogados que alguna vez juraron amor frente al mar ahora ya muertos. posaba mi cabeza sobre sus piernas esperando como un niño que los días no acabaran. me acercaba lenta o rapidamente para abrazarla para dejar que se enrosque en mi y me prometiera más mañanas. sus te quiero siempre eran lo suficientemente claros sólo para mi oído. él caminaba por los lugares de siempre esperando verla en la región más inesperada aunque sabía que sólo eran ideas. colocaba su alforja en un lugar del cesped y tomaba las fotos, buscando capturar su soledad. ahora que la tengo pienso, por qué ella no está ahora conmigo. escuchando mi desvalorizada ingenuidad o superficial forma de llamar a todo por su nombre o es que el calor fustiga sus sentimientos sobre mí o la verdad es que el tiempo es algo de lo que ella no tiene miedo y sabe (como yo) que la vere hasta saciarme los ojos, la voz y todo lo que comprendemos metafísicamente. yo la espero adiario contaminando mi día de ella. esperando todas las opciones y las que no existen para quererla.
él trataba de concederle cierto desenfreno surrealista estigmatizando su amor y la complejizada labor de dejar de pensar en ella.
he preferido el otoño siempre, aunque le daba cierta lástima comprobar como los empapelados árboles dejaban caer su cuerpo y que él muchas veces facilitaba la destrucción de esos pedazos marrones y secos en más pequeños. él extrañaba cuando ella se trapaba a él y hacia un espectáculo de lo espontáneo y terminaba besandolo y comprobando que la queria cada día más. aún con los días, seguia regresando a su lugar favorito y pasaba las horas oyendo al mar, pensando muy dentro que era una especie de conversación. el mar nunca se cansara de escucharme y recordaba el amor en primavera y los ahogados que alguna vez juraron amor frente al mar ahora ya muertos. posaba mi cabeza sobre sus piernas esperando como un niño que los días no acabaran. me acercaba lenta o rapidamente para abrazarla para dejar que se enrosque en mi y me prometiera más mañanas. sus te quiero siempre eran lo suficientemente claros sólo para mi oído. él caminaba por los lugares de siempre esperando verla en la región más inesperada aunque sabía que sólo eran ideas. colocaba su alforja en un lugar del cesped y tomaba las fotos, buscando capturar su soledad. ahora que la tengo pienso, por qué ella no está ahora conmigo. escuchando mi desvalorizada ingenuidad o superficial forma de llamar a todo por su nombre o es que el calor fustiga sus sentimientos sobre mí o la verdad es que el tiempo es algo de lo que ella no tiene miedo y sabe (como yo) que la vere hasta saciarme los ojos, la voz y todo lo que comprendemos metafísicamente. yo la espero adiario contaminando mi día de ella. esperando todas las opciones y las que no existen para quererla.
martes, 5 de febrero de 2008
hoy
escribo copiosamente, como si el tiempo quisiera quitarme todo y a ti de mí.
escribo con el apuro como el de una carta en plena guerra. Con el olor a la batalla fundada desde el momento más flagrante de este día. hoy te extrañé como la palabra más estricta pueda certificarlo, como la palabra más sincera, como recordar esa película de buster keaton (the cameraman) en el que esperaba tu llamada desde antes que amanezca. y no recibir absolutamente nada y los poemas de Heraud me abrieron un hueco en todo el estómago y el pecho y me sentí solo como hace tiempo ya no solía sentirme. y otra vez esas escenas de 2046 que me hacen verme más de ahí que de aquí. escribo atrofiadamente con el temor de que mis palabras sean sólo palabras. esta carta tiene más formas de las que pienso. (leela despacio y siente como me siento). yo te pido días y días amor. yo estoy seguro que mis peores momentos son en los que no te tengo. aún no rompas este papel, porque no es un papel es la petición para que me quieras. rebuscarme los bolsillos y encontrar las migajas de mí. no busco que te compadescas o me arranques un lóbulo. no quiero formularios ni días de espera. nunca comprendí la sucesión de los días ni el hecho de que duermas cuando yo aún estoy despierto. rechazo completamente ese estilo antagónico del que cuando me visto me veo completamente distinto. de la forma tan mediocre que tengo para decirte las cosas. de llenarme de recuerdos que ni siquiera son la mitad de los que espero pasar contigo. de las noches que no duermo. de la envidia de la calma. yo quiero que vengas a mí con todo tu cuerpo y los pedazos o el todo para mí. quiero buscar el lugar más frío para tenerte conmigo o el más tibio para reirnos. yo aguardo día a día que vengas conmigo.
escribo con el apuro como el de una carta en plena guerra. Con el olor a la batalla fundada desde el momento más flagrante de este día. hoy te extrañé como la palabra más estricta pueda certificarlo, como la palabra más sincera, como recordar esa película de buster keaton (the cameraman) en el que esperaba tu llamada desde antes que amanezca. y no recibir absolutamente nada y los poemas de Heraud me abrieron un hueco en todo el estómago y el pecho y me sentí solo como hace tiempo ya no solía sentirme. y otra vez esas escenas de 2046 que me hacen verme más de ahí que de aquí. escribo atrofiadamente con el temor de que mis palabras sean sólo palabras. esta carta tiene más formas de las que pienso. (leela despacio y siente como me siento). yo te pido días y días amor. yo estoy seguro que mis peores momentos son en los que no te tengo. aún no rompas este papel, porque no es un papel es la petición para que me quieras. rebuscarme los bolsillos y encontrar las migajas de mí. no busco que te compadescas o me arranques un lóbulo. no quiero formularios ni días de espera. nunca comprendí la sucesión de los días ni el hecho de que duermas cuando yo aún estoy despierto. rechazo completamente ese estilo antagónico del que cuando me visto me veo completamente distinto. de la forma tan mediocre que tengo para decirte las cosas. de llenarme de recuerdos que ni siquiera son la mitad de los que espero pasar contigo. de las noches que no duermo. de la envidia de la calma. yo quiero que vengas a mí con todo tu cuerpo y los pedazos o el todo para mí. quiero buscar el lugar más frío para tenerte conmigo o el más tibio para reirnos. yo aguardo día a día que vengas conmigo.
martes, 29 de enero de 2008
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